CORIOLIS La técnica y el efecto de desplazarse en la tierra. Forcada, María
Adrián Manchento y la alfarería. Cuando el arte es un ejercicio comunitario
“Es preciso soñar pero con la condición de creer en nuestros sueños.
De examinar con atención la vida real,
de confrontar nuestra observación con nuestros sueños,
y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía” Lenin
En periodos de globalización capitalista, según Paulo Freire, el monopolio de la palabra lo siguen teniendo los grandes dominadores, que junto a la apropiación de la ciencia como instrumento para sus finalidades, acentúan y mantienen aún más el orden y la opresión. Esta muestra es una ocasión de educación encaminada a romper con esa cultura del silencio. Potencia el trabajo de producción, el trabajo propio del taller, ese que implica una reclusión en el compromiso del propio artista, en sus técnicas, en sus modos de afrontar una situación compleja en lo social impulsada por un sistema neoliberal que no se detiene ante el hombre común.
Para ello Adrián nos presenta hoy un trabajo que permite poner en contexto su responsabilidad como sujeto social y sus prácticas como artista. Lo hace en un momento en que se reclama profesionalidad, astucia y determinación para salir al medio y por medio de esta producción de alfarería donde aborda la técnica Coriolis.
Una técnica basada en imitar el efecto que permite que un objeto que se mueve sobre el radio de un disco en rotación tienda a acelerarse con respecto a ese disco según si el movimiento es hacia el eje de giro o alejándose de éste.
También denominado “fuerza coriolis”, el objeto sometido a ésta al desplazarse sobre cualquier sistema que rota sufre una aceleración adicional producida por una «fuerza» perpendicular al movimiento. El resultado que provoca esta «fuerza-aceleración» al objeto es una desviación de su recorrido que da lugar a una trayectoria curva. Esta «fuerza» es la Fuerza de Coriolis. Ella «se siente» pero en realidad no es una “fuerza real” ya que no efectúa trabajo. Esta «fuerza» produce una aceleración sobre los objetos que se mueven en un sistema en rotación. Por ejemplo, sobre los aviones que viajan de uno a otro lugar de la Tierra, sobre el aire de la atmósfera y el agua de los océanos inclusive.
¿Qué tributan estos objetos “coriolis” en el contexto de desarrollo socio cultural regional?
Revalorizar el lugar que ocupa hoy el pensar la identidad como referente de nuestra cotidianidad más inmediata.
En este sentido Mendoza tiene una larga tradición en la producción cerámica y sus desarrollos artísticos, y ello no es gratuito. En los últimos decenios Adrián es parte importante de ella dado su larga trayectoria que comienza en su carrera de ceramista en la Facultad de Artes y Diseño UNC donde es actualmente profesor. Aunque en el caso que nos ocupa, la identidad con la tierra y el barro que maneja el artista le permite hablar de esa otra Mendoza que a veces las luces del arte espectáculo pretenden ocultar. Este ha sido siempre el trabajo de Manchento, un esfuerzo por rescatar una identidad situada que no solo se refleja en su producción artística sino también en su vida como docente, su larga trayectoria gremialista y su cotidianeidad más simple. Así, la identidad como ejercicio comunitario es su prédica. Rica en oportunidades de adentrarnos en lo social como cosa, como materia que nos ofrece procesos colectivos profundos.
Adrián es un artista social por excelencia formado en la modernidad mendocina de los 80, esa que todavía contiene algunos elementos vitales de reivindicación de un sujeto vivo, luchador, concentrado en la gente, en su comunidad, en sus problemáticas. Toda su obra en términos de prácticas de arte latinoamericano, se abre al límite entre lo estético y lo político y abre con ello al público una comprensión del orden de lo social, porque maneja siempre políticas estéticas que ponen en juego esa labor de sentido originado en la frontera entre arte y sociedad.
Así, pensar la noción de identidad en cuanto ejercicio de “un sujeto particular”, en un tiempo azotado por miradas polarizadas donde la convivencia por momentos parece imposible, permite vislumbrar opciones del vivir que están presentes más de lo que imaginamos y forman un tejido de prácticas que por desconocer no deja de pertenecernos y significar.
María Forcada